martes, 15 de febrero de 2011

El deseo de ser ignorantes

Esta entrada también se podría titular: Que piensen y escriban ellos, que yo lo plagiaré y el profesor no se enterará.

Interesante entrada que recoge un conjunto de artículos referidos al creciente hábito de plagiar que desarrollan los estudiantes universitarios. En mi opinión, el plagio es inaceptable e intolerable porque, además de ser un delito, atenta contra una de las esencias de la formación superior: la voluntad y la capacidad de desarrollar ideas. Podemos y debemos utilizar las ideas de otros, pero reconociendo su autoría y explicando en qué han servido para conformar las nuestras. Si nos apropiamos de ellas sin más, además de un delito (insisto), estamos demostrando lo contrario al deseo de aprender. Es decir, el deseo de ser ignorantes.

Nota: Si alguien se da por aludido, creo que sería muy interesante que acudiera a una tutoría.

5 comentarios:

  1. Me parece que eso de copiar esta bastante extendido, y creo que el pricipal motivo es la poca gana de trabajar, de esforzarse por crear algo propio.

    La victima dirécta de todo esto son sin duda las personas que son copiadas, pero como bien a dicho Victor, esto afecta a algo mucho más importante, como es la generacion de ideas innovadoras, y nuevos conocimientos, y esto es algo que nos repercute a todos!

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  2. No seamos dramáticos por favor.. a quién no se le ha olvidado citar algo alguna vez? seguro que no es para tanto.

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  3. Mirad lo que ha salido hoy en las noticias.

    He puesto el link en mi blog, así también podeis hecharle una miradita y comentar algo de lo que allí he publicado a parte de esta noticia.

    Mi blog es:

    http://salvabaeza.blogspot.com/

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  4. Gracias por el comentario, Salva. Conocía la noticia y estuve tentado en publicarla en el Blog, pero no quería insistir más en el tema. Por eso me alegro de que lo hayáis hecho vosotros (en este caso tú). Sirve para reflexionar sobre las consecuencias que conlleva el plagio en la credibilidad de quien lo practica. Ya sé que son distintos contextos (y distintos plagios), pero en todo caso más vale que pensemos en que, en esencia, el tema es el mismo: cada vez que ponemos nuestros nombre en un documento, en alguna medida estamos poniendo en juego nuestra credibilidad. Y eso, en sí mismo, ya es motivo suficiente para que nos pensemos dónde estampamos nuestra firma.

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  5. Lo de copiar ha existido siempre y existirá. Como ha dicho Joan, la víctima es el copiado porque cuesta mucho pensar y sacar una idea interesante como para que venga otro, te la copie, y dándole forma guste incluso más.
    Los hay que copian mirando al de al lado, ideas, trabajos, etc. Pero los hay que los copia tal cual, y los que le dan forma haciéndolo suyo.
    Evidentemente pierde más el tiempo el que le da forma moralmente, pero mientras saquen el trabajo les da igual.

    UNA PENA SEÑORES, PERO ASÍ ES!

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