martes, 11 de enero de 2011

Aprendizaje cooperativo: una sugerencia de lectura y una pregunta

Igualmente a todos y todas! Quería daros de nuevo la bienvenida a la tierra con una sugerencia de lectura y una pregunta referida al aprendizaje cooperativo. La lectura es una cita de un artículo de Traver y García López (2006) que ya en su día puse a vuestra disposición. Hace referencia a la técnica del Puzzle de Aronson (que, como ya os comenté, utilizaremos para desarrollar el tema 3) y, más en general, a la necesidad de un aprendizaje de la cooperación en la formación universitaria. Este extracto está en la página 7.

El diseño de la Técnica Puzzle de Aronson (TPA) como una propuesta de trabajo cooperativo en forma de un puzzle que hay que construir, implica un desarrollo en el que es decisiva la participación de todos y cada uno de los y las alumnas. Es necesario asumir la propuesta de modo colectivo/cooperativo, ya que afecta a todos y todas. Sin embargo, además, hay que entender que solo desde la participación de todos y cada uno de los miembros del colectivo se pueden conseguir los objetivos deseados. Por eso todo el alumnado estará interesado en desarrollar al máximo los objetivos propios y colaborar recíprocamente con los demás en todo el proceso. Esta acción solo puede ser exitosa si todos los miembros del grupo comparten las ideas, los propósitos y las responsabilidades colectivas. Es decir, construyendo, asumiendo y participando en el desarrollo de un proyecto compartido (...).

La efectividad de la TPA para la enseñanza de la actitud de solidaridad varía en función de lo que se entienda por educación, de cómo se configure el estilo docente y de qué se entienda por solidaridad. Según el punto de vista, la atención educativa se centrará no solo en los contenidos específicos de la materia de trabajo, sino también en aquellos que impregnan todas las disciplinas y se encuentran diluidos entre sus intersticios. Enseñar a respetar las diferencias individuales, a colaborar y compartir, a buscar y lograr el consenso, a planificar conjuntamente, son objetivos educativos básicos para lograr una potencialidad educativa óptima de la TPA. Desde este punto de vista, la aplicación mecánica de la técnica disminuirá su eficacia de manera relevante.

Y ahora la pregunta: ¿cómo podemos evaluar coherentemente la cooperación? Si lo que importa de veras es la solidaridad del grupo (y no solo "los contenidos específicos" o el mero "rendimiento individual"), ¿no sería coherente, por ejemplo, examinar a un solo miembro de cualquiera de los aspectos tratados en el grupo puzzle y poner su nota al resto? A lo mejor os parece una alternativa radical, pero es la que planteaba el propio Aronson para evaluar la cooperación. Su lógica era: si mi preocupación no es sólo por mi rendimiento individual sino por el de todos los miembros del grupo, y si considero cumplidos mis objetivos individuales si y solo si todos los miembros del grupo consigan el suyo... en definitiva, si de veras cooperamos ¿qué más da qué miembro del grupo sea evaluado? Esa era la filosofía cooperativa de Aronson. ¿Estaríais dispuestos a llegar hasta ahí..?

13 comentarios:

  1. La TPA me recuerda a los deportes de equipo donde todos cooperan y actúan para conseguir un mismo objetivo o resultado. No siempre el resultado es el deseado, unas veces se gana y otras se pierde. Cuando se trata de un deporte individual como por ejemplo el "tenis" cuando uno gana o pierde es solo él, el que lo hace. Sin embargo cuando se trata de un deporte de equipo, "futbol" por ejemplo, si se gana o pierde, es una cuestión que afecta a todo el equipo. La gran mayoría de las veces se puede distinguir entre aquellos jugadores que han realizado un buen partido y los que por el contrario han fallado. Esto es lo que ocurre cuando se aplica la TPA a un trabajo, por ejemplo como los que hacemos en la universidad, todos trabajan por obtener una buena nota, pero en ocasiones hay algunos compañeros del grupo que no trabajan o que simplemente no consiguen desarrollar correctamente su parte, aunque lo hayan intentado. Pienso que en este último caso no tendría que aplicarse el modo de evaluación propuesto por Aronson, sino evaluar el resultado final del trabajo, sin embargo si nos referimos al primer caso, pienso que se debería evaluar en conjunto, pero únicamente las partes que componen el trabajo correspondientes a los alumnos que han trabajado, y la nota que debería recibir el alumno/os que no ha trabajado debería corresponder a la de su parte, ya que no me parece justo que el resto de compañeros obtengan un resultado negativo habiendo trabajado. Aunque también quiero apuntar que si se evalúa tal y como propone Aronson, quizás se consiga que todos los miembros del equipo se esfuercen y cooperen correctamente. Aunque si tengo que elegir me quedo con mi propuesta y no con la de Aronson.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con los argumentos que ha expuesto mi compañera Gema para evaluar la cooperación.

    Este sistema si funciona correctamente, es decir, si todos los componentes del grupo hiciesen su trabajo sería perfecto para hacer cualquier cosa, ya que como se explica en el artículo se conseguiría una gran solidaridad que es un valor del que todos tendríamos que disponer y se podría hacer un gran trabajo además de ganar en tiempo y eficacia, pero es cierto que en muchos casos, cuando se manda hacer un trabajo a un grupo de personas, por ejemplo 5, siempre hay alguno o algunos que no cumplen con su deber y como podríamos decir “pasan de hacer nada o hacen poco”, esto es un problema para los otros componentes del grupo ya que tiene que hacer más trabajo del que se les pide.

    Este sistema de trabajo es difícil de evaluar, ya que, yo tampoco lo realizaría como Aronson, porque si evaluasen a una persona de las que no ha hecho nada en el trabajo, todos los componentes tendrían mala nota, aunque ellos si que hubiesen trabajado, por esto se debería evaluar el resultado del trabajo final o en todo caso individualmente ya que sería lo más correcto, porque todos sabemos que es muy difícil conseguir que en un grupo trabajen todos igual.

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  3. Personalmente, no llegaría hasta ese punto. Me parece, en efecto, demasiado radical. No creo que la evaluación de una persona pueda abarcar la de los demás, pues así no se les tiene en completa consideración.

    Creo en en la capacidad competitiva individual, no sólo para aportar a un colectivo, sino también para lograr cosas de un modo independiente, y por ello creo que ambos criterios (individual y colectivo) deberían tenerse en cuenta.


    También me gustaría reflexionar sobre los niveles de enseñanza en los que se pueda aplicar ésta técnica, pues no es lo mismo hacerlo en estudiantes universitarios, con unos conocimientos e capacidad de iniciativa avanzadas, que en alumnos de secundaria o de primaria.

    Creo, y no se si estoy haciendo de abogado del diablo, que los trabajos en grupo son una buena forma de aprendizaje, pero no debería ser la única. Es cierto que se aprende mucho en grupo, pero no es menos cierto que muchas veces el ritmo se ve relentizado, y que algunos miembros del grupo se dejan llevar por la dinámica sin aportar ideas, y por lo tanto sin dar su máximo.

    Además, para que el trabajo en grupo se realice tal y como exponen Traver y García López, hace falta crear un sentimiento de valía y reto en los estudiantes por parte del sistema también, pues sino seguirán viendo el trabajo colectivo como una forma más cómoda de obtener esa nota con dos decimales que supuestamente juzgará si han aprendido o no.

    En conclusión, estoy de acuerdo con la propuesta, pero opino que en muchos casos los alumnos no están mentalizados para ello, y por otro lado no la consideraría como el único método de aprendizaje.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Trabajos individuales o en grupo? Es algo que siempre creará discrepancias entre la gente. Esta más que claro que en grupos numerosos siempre habrá parásitos, es algo que no tiene, y nunca tendrá solución, es algo que se debe asumir. Pero desde mi punto de vista creo que en el momento que la gente ya se conoce y el profesor les da libertad para realizar el grupo, ya sabe con quien se pone y de esta forma evita los parásitos. Para mi el problema esta en la cohesión entre los miembros del grupo, si el grupo son "desconocidos" la gente no trabaja bien y es entonces cuando los parásitos aprovechan la ocasión. En cambio si los miembros del grupos se sienten identificados la cosa cambia.
    A pesar de todo esto mantengo que es imposible acabar con los parásitos.
    Más información en mi blog.
    http://marcmolestpcef.blogspot.com/

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  6. Considero muy interesante la propuesta de Aronson. Aunque a primera vista asuste su intención, extraigo de ella un doble fondo que podría ser muy provechoso.
    Si lo crucial de todo radica en el compañerismo, la colaboración, y el trabajo en equipo para un resultado final colectivo, es una buena manera de trabajar la importancia de cada pieza del puzzle para el bien común deseado. De hecho, me atrevería a decir que, en el caso de que se decidiera realizar este método de evaluación, consideraría mucho más fructífero que lo expuesiera el individuo menos preparado para ello pues, con el miedo que surgiría entre todos los miembros del grupo, llegaríamos a persuadirle de tal manera con todas las cosas que tendría que decir o explicar, que las acabaría entendiendo igual o incluso mejor. Así, podría asumir perfectamente la argumentación del contenido del ejercicio.
    Parece descabellado lo que expongo pero...¿no existen también los representantes de los partidos políticos, o la figura del capitan en los deportes de equipo? ¿Quienes les dan ese voto de confianza? ¿Y por qué a ellos y no a otros? ¿Existe la certeza de que ellos sean los mejores en realizar esa labor? Doy por seguro que no...

    Cristina García

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  7. Gracias por vuestros comentarios, como siempre tan enriquecedores. Además de buscar vuestras opiniones, personalmente me interesaba empezar a 'conectar', palabra que, como sabéis, me encanta y que para mí, en nuestro contexto, destaca la importancia de recordar y relacionar. Vuestros comentarios me han recordado que la educación implica tener presente lo que de veras importa. En ese sentido, los grandes logros humanos han sido fruto sobre todo de esfuerzos colectivos, y no solo individuales, lo que ha supuesto la colaboración de personas que discrepaban y, sin duda, desconfiaban las unas de las otras. Y también me han ayudado a relacionar ideas, intenciones y contextos. Nadie dice que sea fácil llevar a la práctica las intenciones educativas. De hecho, desarrollar democráticamente las ideas más básicas -como la justicia, la libertad, el respeto, la igualdad y esas cosas que agrupamos bajo la denominación genérica de 'valores'- resulta sin duda complicado. Pero ningún problema de desarrollo técnico sirve de argumento en contra de una finalidad ética. O, dicho de otro modo, debemos intentarlo, por muchos problemas que nos encontremos. Y la manera de hacerlo no es teórica -explicando qué es cooperar- sino práctica -cooperando-, es decir, afrontando las dificultades, ytambién las satisfacciones, que reporta DE VERAS cooperar.
    SEGUIREMOS EN CONTACTO

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  8. Personalmente creo que sí es una propuesta radical la Técnica puzzle de Aronson. Es cierto que si la finalidad del trabajo en grupo es que todos colaboren igualmente y que den lo máximo de sí mismos para obtener un beneficio grupal sería una técnica adecuada ya que, en teoría todos han colaborado y han remado en la misma dirección por lo que los contenidos adquiridos serían similares y, por tanto, sería indiferente evaluar a uno u otro miembro porque todos "sabrían" lo mismo.
    Pero todos sabemos que esto muy pocas veces ocurre. En un grupo siempre hay gente que trabaja más y otros que trabajan un poco menos, ya sea porque hay personas que son muy perfeccionistas y quieren manejarlo todo y no se fían del trabajo de sus propios compañeros o porque, simplemente, hay quienes se esconden en el seno del grupo y consideran que si ya hay cuatro compañeros que hacen correctamente el trabajo no es necesaria su aportación, o que no tienen nada enriquecedor que aportar y es mejor quedarse callados y limitarse a hacer lo que les manden...
    O incluso, en el mejor de los casos en el que todos han colaborado de la misma manera y se han esforzado de manera similar para obtener el beneficio común es muy probable que si le preguntas a un sólo miembro del grupo, éste no conteste de la misma forma que el resto de integrantes ya que cada uno, a pesar de haber trabajado y cooperado lo mismo, tiene una forma de expresarse y una forma de entender los contenidos diferente al resto.

    En conclusión, entiendo que es muy complicado evaluar el trabajo cooperativo pero la TPA me parece demasiado radical para realizar una evaluación grupal y que a la vez sea justa para todos.

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  9. Después de leer los comentarios de mis compañeros, me gustaría aclarar una última cosa a mi previa aportación.

    Es cierto que siempre hay algún miembro que de alguna manera maneja un poco al grupo en general. Lo considero como un simple coordinador, que pone un poco de orden en las labores del grupo. Pero, mi visión sobre este tema radica en que únicamente me centro en los beneficios que cada miembro del grupo consigue con el trabajo cooperativo. Habrá alguno que sea capaz de enriquecerse autosuficientemente, pero habrá otros que necesitarán de un apoyo externo para que logren confiar en ellos y en el hecho de que también pueden conseguir tal riqueza.

    En resumen, decir que un grupo no va por si solo... necesita de las aportaciones de todos los miembros, pero no olvideis que todos no somos iguales. No por ello significa que no tengan ganas de trabajar, sino que simplemente se les tiene que hacer ver que ellos y su aportación al grupo es tan importante como la del resto.

    Cristina García

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  10. Coincido con Gema, en la visión de la TPA como "los deportes de equipo" que buscan un fin común. Pienso que es un ejemplo que clarifica lo que realmente pretende esta técnica.

    Sin embargo, no comparto la idea de tener que elegir un método u otro, en esto, me acerco más a la idea de José Maria, que dice: "los trabajos en grupo son una buena forma de aprendizaje, pero no debería ser la única."

    Esto me ha hecho pensar, y me gustaria relacionarlo con el ejemplo de los deportes de equipo. Cuando un entrenador siempre realiza el mismo tipo de entrenamiento, creo que a los jugadores no les sorprende y entran en una fase de automatización, cosa que provocará un déficit de motivación hacia la tarea. Pues en la enseñanza creo que puede pasar lo mismo.

    En conclusión, pienso que la TPA es una muy buena herramienta ya que se trabaja colectivamente, pero no podemos abusar de ella.

    He encontrado dos artículos más sobre la TPA (Aparte del que ya tenemos en el link de esta entrada), os dejo el enlace:

    http://josecanamastpcef.blogspot.com/

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  11. El articulo sobre el diseño de la TPA y la evaluación de la cooperación en mi blog:
    http://noarsan.blogspot.com/

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  12. Desde mi punto de vista trabajar bajo la TPA puede ser un trabajo muy eficiente para todos los miembros del grupo... aunque a la hora de trabajar de esta manera, siempre hay algunos que se implican más que otros, y aunque se intente, siempre habrá algunos miembros del grupo que hayan realizado un mayor trabajo o que hayan adquirido mayor número de conocimientos...

    Como experiencia personal, ya he trabajado en alguna asigntura con este tipo de técnica y la verdad es que es muy interesante, y sin darte cuenta aprendes mucho... Eso sí, el trabajo cooperativo, dependerá de los componentes del grupo, aunque creo que dentro del mismo grupo, los diferentes individuos alcanzan un rendimiento de aprendizaje diferente... pero entre ellos se puede realizar una puesta en común para intentar que todos los miembros del grupo, hayan adquirido los mismos conocimientos, y para ello, se necesita la implicación de todos y la ayuda de unos hacia otros... y este el aspecto que hace que sea tan enriquecedor el trabajo cooperativo.

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  13. Coincidió con muchos de mis compañeros con que la propuesta de Aronson es muy interesante.
    Como sabemos el compañerismo, el trabajo colaborativo y la colaboración son factores imprescindibles para conseguir el objetivo deseado del grupo puzzle.

    Eso si, el objetivo o finalidad del trabajo colaborativo es que todos trabajen por igual y que se esfuercen lo máximo de si mismos para conseguir el mayor logro posible y entonces decir que es una técnica adecuada ya que todos colaboran y adquieren unos similares contenidos.
    También cabe destacar que a la hora del trabajo todos los alumnos nose implican por igual.

    Algunos de nosotros hemos tenido la oportunidad de realizar esta técnica en alguna asignatura y por lo general, la gente esta muy contenta y aunque como he dicho cada individuo se implica de una manera diferente, para que todos alcancen contenidos similares lo mejor seria intentar implicarse lo mismo y dividirse el trabajo por igual y resulta muy motivador y enriquecedor este método.

    Por otro lado, es muy difícil el evaluar el trabajo cooperativo, pero coincido que la TPA es un poco radical para poder realizar una evaluación grupal y que sea el resultado justo para cada individuo aunque siempre hay casos donde el resultado o los conocimientos adquiridos de cada uno, no son los mismos que otros, esforzándose o involucrándose en el tema por igual.

    Vuestros comentarios o aportaciones en:

    http://rubenmartitpcef.blogspot.com/2011/03/aprendizaje-cooperativo-una-sugerencia.html

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